En clase de Didáctica
de Lengua hemos realizado un análisis de libros de texto de Lengua y Literatura
Castellana en Educación Primaria. Hemos analizado 6 libros y la mayoría son años atrás, pertenecientes al plan antiguo, los cuales siguen unas estructuras
muy tradicionales. Los formatos siempre son los mismos y apenas existen variaciones. Esto puede llegar a ser
tanto positivo, ya que crea rutina en el niño y le facilitan las cosas o también
se puede entender como algo negativo ya que puede resultar monótono y
previsible y se trataría de estudiar las cosas de memoria y no de trabajar
nuevos ejercicios.
El
tamaño de la letra es mediano tirando a grande; la caligrafía es natural y
sencilla pero de imprenta, acorde a los conocimiento de escritura. Las
explicaciones de los temarios son breves y claras, con ejemplos y fotografías.
Además se utilizan bastantes recursos gráficos
(cuadros, negrita, cursiva, glosario,
etc.) para que los contenidos resulten
comprensibles.
Los textos tienen alto grado de coherencia, un vocabulario
usual,
gramática sencilla y su temática es clara. La
mayoría de los textos están relacionados con los intereses del alumno, se trata
de literatura infantil (cuentos populares, historias inventadas, fantásticas,
de la mitología…). Seguramente los alumnos no tendrían dificultades a la hora
de comprender los textos. Pero si que es cierto que los gustos, los
pensamientos de los niños de hoy en día han ido cambiando, por lo que los
textos actuales deberían estar más adaptados a los intereses de los alumnos de
esta sociedad.
Las actividades
no son muy innovadoras, se repiten en la mayoría de los casos. En mayor
porcentaje se trata de libros en los cuales predomina el trabajo individual y
apenas hay actividades que fomenten el trabajo en grupo. Podrían incluir más
ejercicios en los cuales fuera un trabajo cooperativo y además de utilizar más
recursos o materiales (ordenadores, cartulinas, juegos…), ya que un alto
porcentaje de las actividades están diseñadas para hacerlas en el cuaderno o en
el libro. Y se trata de un material
complementario, pero no el único que se debe de utilizar en clase.
El vocabulario, los textos, la gramática o la
ortografía están acorde al ciclo y edades de los niños, pero si es cierto que
no en todos los casos se muestra al interés del niño, es decir, que se vaya
adaptando a los gustos y necesidades del alumno de hoy en día.
Por
otro lado el contenido de imágenes en textos, ejercicios, incluso en ejemplos
de las propias explicaciones nos parece una metodología muy útil ya que
consideramos que la información visual a través de dibujos o fotografías ayudan
a que los alumnos lo entiendan mejor, y capten la atención del niño debido a
que los dibujos empleados son llamativos y significativos.